sábado, enero 12, 2008

Adiós Fuerzas Armadas



Los “nunca mases” de Cheyre, las ya recurrentes claudicaciones de la Fuerza Aérea y las permanentes humillaciones a que son sometidos los Carabineros me habían hecho pensar que la Armada era la única reserva que nos iba quedando.

Sigo creyendo que las decisiones que debe tomar el Alto Mando de cualquiera de las ramas de la Defensa y el Orden deben tener como norte, primero, la Gloria de Dios y, luego, la grandeza de la Patria, no el bien de un gobierno, la defensa de la democracia o de la llamada convivencia nacional, o la satisfacción de los intereses de un puñado de terroristas o grupos de presión.

Es así, que desoyendo esos criterios, el Ejército está convertido hoy por hoy en una institución que haría morir de un infarto a Domingo Santa María, Emilio Körner, Hans Elder von Kiesling, Jorge Boonen, y tantos otros que forjaron lo que siempre fue la Institución gloriosa de antaño, siempre vencedora y jamás vencida. Hoy vemos que nuestro querido Ejército de Chile ha sido derrotado, no por una potencia extranjera, no por la subversión, sino –y sin disparar ni media munición- por el nuevo orden, progresista, liberal, democrático e igualitario.

Derrota que se refleja en una serie de hechos que han ido minando desde la moral de sus integrantes hasta la propia esencia de una organización militar: la verticalidad y el mando.

Ejemplos ventilados por la prensa son los de políticos inmiscuyéndose en la formación de cadetes –recordemos la descarada Intervención de Girardi y la expulsión de un Subalférez-; el caso Antuco y todo el show armado –incluyendo una sacada de calzoncillos- para exculpar a Lagos, Bachelet y Cheyre; el apoyo velado dado por el CJE a las agrupaciones de derechos humanos, que se contrapone con el abandono en que se tiene a los retirados perseguidos. Para qué hablar de la reciente exhibición pornográfica de una Teniente y su novio, un Capitán, y posteriormente, y siguiendo el ejemplo, tres Soldados Conscriptos en poses lesbiánicas… ninguna sanción. El Capitán salió de la iglesia de uniforme y bajo un arco de espadas felizmente casado con la degenerada de marras; las Conscriptos siguen haciendo su vida normal, pese a haber profanado el uniforme y su unidad militar.

Bien recordado es el caso del entonces Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, el General Ríos, que fue forzado a renunciar por un montaje armado por el Gobierno y un medio izquierdista, el que resultó ser falso. Fue el golpe de gracia. De ahí en adelante se ha llegado hasta rendir honores a quienes fueron expulsados por traición a la Patria, como el mismísimo General Bachelet.

Tampoco lo hacen mal los Carabineros, que desde las disculpas públicas dadas por el General Cienfuegos a la terrorista Gladys Marín cuando se embargó la sede del Partido Comunista hasta el reciente encarcelamiento de un Cabo que disparó a un delincuente cumpliendo con su deber, han debido soportar incluso las ofensas de un periodista mal nacido y de izquierda que además es Jefe de Prensa de un canal de televisión opositor y más encima avalado por la propia Presidente de la República.

Y sin ninguna excepción, los Altos mandos han agachado la cabeza. Cuidando el cargo, el sueldo y los trienios –lo digo con todas sus letras.

La Armada, que parecía estar al margen de este proceso desintegrador, finalmente ha claudicado. ¿Sirve de algo que el Almirante Codina en privado y en su fuero interno crea que el rumbo que ha tomado el país es nefasto, si en la práctica ha puesto a la Institución que dirige al servicio de la vendetta judicial y los intereses del socialismo y la revolución? ¿Sirve de algo tener las Fuerzas Armadas y de Orden más modernas y mejor equipadas de Hispanoamérica, los Oficiales y Suboficiales mejor preparados –profesionalmente, ya que la formación valórica se ha perdido-, si van a terminar defendiendo la democracia en Haití y no la integridad territorial, el orden público, el Estado de Derecho y la grandeza de Chile?

Porque cuando el mando de una institución acepta una afrenta de tal naturaleza como la que se narra a continuación, es muy poco lo que se puede esperar para el futuro. Al paso que vamos, creo sinceramente que sería mejor transformar a Chile en una especie de protectorado del socialismo dominante, cuyo orden lo resguardaren cascos azules. Nos ahorraríamos la friolera de recursos que históricamente se han gastado en defensa y que han permitido en la práctica que nuestra Patria llegara a ser una gran Nación.

Comunicado del Almirante Gleiser:

Estimados:

Quiero reseñar a ustedes situación vivida por mí hace algunos días:

1.- Citación, bajo orden de arresto por desacato, por parte de un Inspector de Investigaciones de la Brigada de Derechos Humanos, para comparecer ante la Magistrado Sra. Eliana Quezada en Corte de Apelaciones de Valparaíso en 36 horas.

2.- Efectuados los arreglos para el viaje, me presenté a las 09:00 horas en la Corte. Allí me encontré con cuatro Capitanes de Navío citados. En ese momento se nos comunicó que nos llevarían al buque Escuela Esmeralda, no como reconstitución de escena sino para tomarnos declaración. Se nos trasladó a todos juntos en un furgón de pasajeros pero, custodiados por investigaciones.

3.- La caravana de vehículos ingresó al molo a través de una cortina de periodistas. En el portalón descendió la Magistrado y un grupo de personas quienes le acompañaron a bordo.

4.- A este Almirante y los cuatro oficiales superiores se nos hizo esperar en el vehículo a pleno sol por 3 horas. En ese lapso no se presentó ni un solo oficial o gente de mar a ofrecernos un vaso de agua o a preguntarnos si es que teníamos alguna necesidad. Estoy cierto, que a través del Señor Director de Sanidad de la Armada, a quien comuniqué lo que estaba sucediendo, se le comunicó al Prizona, Almirante Millar, y éste contestó que no podía intervenir.

5.- Aproximadamente a las 12.30 horas se nos ordenó subir a bordo... de un buque fantasma (!!!): en el portalón solo estaba el cabo de guardia. Le pregunté por el Comandante y por el Segundo y tartamudeando me informó que no sabía donde se encontraban (!!!). Se nos condujo a la cámara de oficiales y al descender la escala, medio escondido en la puerta del smoking, se encontraba el Sr. Comandante.

6.- En la cámara estaba constituida la Magistrado y los detectives, además de un grupo de personas que resultaron ser del colectivo de derechos humanos y un familiar de un sacerdote que dicen está desaparecido. En ese ambiente se nos interrogó sin que supiéramos bajo qué condición, si éramos reos, imputados o testigos. Lógicamente, en ausencia de cualquier abogado defensor. Posteriormente me llamó el abogado Figari para darme las disculpas y explicaciones ya que también estaba escondido en el smoking del buque.

7.- Aproximadamente se nos liberó a las 15.30 horas. Sin más explicación.

8.- He creído necesario poner en su conocimiento los hechos sin mas comentarios. Pero, se han atropellado las más rancias tradiciones y reglamentos de la Armada. Un buque de la Armada fue abordado por otro poder del estado y el Comandante se quedó sin mando de su buque por siete horas. La Armada se avergonzó de sus oficiales y los escondió. Cualquiera que fuese la estrategia que se perseguía, "lo cortés no quita lo valiente".

Atentamente saludo a ustedes

Kenneth Gleiser Joo.

Almirante

 

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