lunes, marzo 24, 2008

¿No les bastó con La Pasión, señores Obispos? (Segunda Parte)

"Cuerpos tostados y sugerentes, bikinis diminutos; el aroma del aceite de coco se mezcla con la sal que levita sobre las olas del mar de Reñaca. Los cinco sentidos son alimentados por una tanda de imágenes que difícilmente se asocia a la celebración de una fiesta religiosa.

"Por eso lo que ocurrió en este mismo balneario hace 10 años es una de esas casualidades que bien pueden catalogarse de milagro, aunque no de los que ameritan ser investigados por el Vaticano.

"Y es que la motivación del padre Enrique Opaso, párroco de la Iglesia Santa María de los Ángeles, para lanzarse en la aventura de celebrar la Semana Santa en uno de los balnearios más frívolos del litoral central, nada tiene que ver con una inspiración de tipo mística, mucho menos de redención..."


(El Mercurio de Valparaíso, 23 de Marzo de 2008)



Durante los días de Semana Santa, asistí a las Meditaciones de Viernes Santo, a la Vigilia Pascual y a la Misa de Gloria celebradas por Su Eminencia el Cardenal Jorge Medina, acá en Viña. Creí ingenuamente –pensando en quién presidía- que me iba a encontrar con ceremonias más o menos tradicionales y con sermones que realmente hicieran meditar sobre los problemas más graves que pueden ser un obstáculo para la salvación de las almas. Me encontré con un guitarreo y charangueo que de sacro no tiene más que lo que podemos encontrar en el Festival de la Canción o en una teleserie del Canal 13. Como para pensar que no se celebraba un Misterio de la Fe sino que Jesucristo se había ganado el Grammy.

Ya había comentado, en el post anterior, acerca de ciertas aberraciones –aprobadas por la Jerarquía- que de ordinario los fieles estamos obligados a presenciar. Los sendos recitales del cura reggaetonero con que las Diócesis de Santiago y Valparaíso celebraron la Resurrección de Nuestro Señor o las misas Reef a que nos tiene acostumbrado el Padre Enrique Opaso en Reñaca, dan cuenta de la tremenda crisis de fe en que están sumidos los pastores y que, por lo tanto, transmiten a su rebaño. Se han transformado las actividades religiosas en reuniones sociales donde se recrea la vista –o los demás sentidos- sin ningún cargo de conciencia… Era que no, si mientras seamos solidarios y ayudemos a los pobres (en el sentido material) está todo bien. ¡Qué importa que se pierdan las almas!

¡Y vaya uno a oponerse! Es cosa de ver lo que le pasó al Padre Navas y al Instituto del Buen Pastor. El Arzobispo de Santiago les ha dado un plazo fatal para abandonar el país, ya que –oponiéndose al mismísimo sucesor de Pedro- considera que los ritos tradicionales confunden a los fieles.

Una de las razones –entre tantas- de esta crisis, y así lo demuestra la actitud del Cardenal Medina, es creer que la tradición es para un reducido grupito de “…ilustres representantes de la Nobleza avecindada en la capital y varias personalidades del ambiente tradicional” (sic). En buen castellano, cinco gatos; pueden ver un comentario y fotos en este enlace. Para ‘el pueblo’, guitarras, charangos y tambores. Otros, como la gran mayoría de los Obispos, sencillamente hacen tabla rasa de los dos mil años de tradición previos al Pontificado de S.S. Juan XXIII y llegan al extremo de desconocer en forma olímpica incluso disposiciones del propio Concilio Vaticano II o posteriores a él. Qué mejor ejemplo que el Motu Proprio Summorum Pontificum sobre el uso de la Liturgia Romana previa a 1969 y su total rechazo en muchas diócesis. Baste el ejemplo del Cardenal Errázuriz y las exigencias hechas al IBP o las consideraciones de Monseñor Ezzati en Concepción.

No lo hacen mal tampoco grupos –unos bien inspirados, otros no tanto- como algunos ex Fiducia, los Legionarios de Cristo o el Opus Dei, cuyo secretismo haría pensar a cualquiera que estamos ante la presencia de una secta (lo de Fiducia lo digo con cierta pena, ya que gran parte de mi formación católica se la debo a ellos). Al respecto, recordemos lo que manifestó Nuestro Señor en el Sermón del Monte:

“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.

“Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.

“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”…

Cierto, se estaba dirigiendo a sus Apóstoles, pero no entre cuatro paredes sino delante de cualquiera que quisiera escucharlo.

 

2 comentarios

2 Comentarios:

At 28 de marzo de 2008, 11:57:00 a. m. CLST, Blogger coté dijo...

Hernán, pasa por mi blog, tengo un premio para ti.

Saludos,
María José

 
At 29 de marzo de 2008, 2:27:00 a. m. CLST, Blogger Ministro dijo...

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