martes, diciembre 16, 2008

Por qué no Piñera


Por estos días, y luego del apoyo que UDI dio a Sebastián Piñera, la mayoría de las opiniones coinciden en la necesidad de una unidad en la Alianza para así vencer a la Concertación…

Pero veamos. Hay que partir por hacerse una pregunta: ¿Por qué hay que vencer a la Concertación? Una vez desarrollada la respuesta, analizar si un eventual apoyo a la Alianza y “desalojo” lograrán cambiar lo malo de aquélla y reemplazarlo por lo supuestamente bueno que tiene ésta.

En mi opinión, la Concertación debe reemplazarse por siete razones, en orden de importancia, las siguientes:

1- Porque ha impuesto un modelo de sociedad contrario a los valores cristiano-occidentales tradicionales, destruyendo la fe en Dios, las estructuras tradicionales y la familia, empecinándose en construir una sociedad igualitaria sin autoridad, sin principios, sin valores: una sociedad desjerarquizada en que el laissez faire, en todo orden de cosas, parece ser la única norma que se cumple.

2- Porque ha envenenado la mente de niños y jóvenes al extremo de crear pequeños monstruos serviles a causas perversas.

3- Porque ha pretendido –y logrado- cambiar la historia en tal grado que hoy se tienen como verdades reveladas hechos que cualquiera que tenga más de 30 años sabe que son falsos.

4- Porque ha pasado a llevar el Estado de Derecho, manteniendo injustamente encarcelados o procesados a más de seiscientos uniformados inocentes, privados de cualquier juicio justo o recta aplicación de las Leyes y Tratados.

5- Porque ha convertido los espacios públicos y privados en verdaderos patios carcelarios donde los delincuentes imponen su ley.

6- Porque ha hecho de la corrupción y el robo verdaderas instituciones, sin que nadie reciba castigo por apropiarse de aquello que fue puesto en sus manos para administrarse bien y en beneficio de los menos afortunados.

7- Porque ha manejado los fondos públicos y el modelo económico con una ineficiencia tal que Chile no ha alcanzado ni la mitad del desarrollo que su potencial le hubiese permitido.

Pues bien, la Alianza por Chile y su candidato Piñera me parecen inequívocamente más capaces que la Concertación exclusivamente en los puntos cinco y siete. Lo han demostrado cuando han gobernado el país y, ciertamente, en las muchas administraciones comunales a su cargo, como así también, en otras naciones con gobiernos de similar signo ideológico. No puedo dejar de mencionar que la Alianza, eso sí, concurrió con sus votos –algunos, al menos- al aprobarse aberraciones como reformas a las leyes laborales, aumentos de impuestos, el nuevo sistema judicial, el fin de la pena de muerte para delitos civiles, indultos a delincuentes, disminuciones de penas y una serie de otras cosas que han contribuido en gran medida al menor crecimiento económico y al vertiginoso aumento de los niveles de delincuencia.

No tanto así me parece que la Alianza sea mejor alternativa en cuanto al manejo de la corrupción. Baste como ejemplo poner a muchos gobiernos comunales de UDI o RN, en que la repartija de cargos a parientes y amigotes y la apropiación de dineros municipales son pan de todos los días. Asimismo, la Concertación ha demostrado en instancias locales que también tiene gente capaz y de cierta honradez.

En los demás puntos –del uno al cuatro- no me parece que alguno de los dos conglomerados principales tenga mayores diferencias con el otro. Las leyes y disposiciones antifamilia y antivida han contado con apoyos y detractores “transversales”, como se dice ahora. Más de un 70% de los alcaldes de la Alianza apoya el aborto en sus respectivas comunas. Todos, los de acá y los de allá, han tomado como dogma de fe la bandera de los famosos derechos humanos, y la ha usado, ya sea por odio y sed de venganza, ya sea por miedo a la “opinión pública”, ya sea por convicción, en instrumentos para perseguir encarnizadamente a nuestros uniformados –y han dicho que el problema es estrictamente judicial. Casi todos, izquierda y derecha, han concurrido favorablemente a implementar los actuales planes educativos, de amplio permisivismo, tolerantes con el mal, indigenistas, ecologistas y profundamente igualitarios y, desde luego, antirreligiosos. Todos han aplaudido y apoyado entusiastamente manifestaciones populares filo sediciosas que han dejado el principio de autoridad y las más elementales normas de la sana convivencia por el suelo, bastando nombrar los movimientos del sector público y el de los estudiantes para hacerse una buena idea de ello. Todos, sin excepción, han favorecido, por acción decidida o por omisión culpable, el ataque sistemático que se ha hecho a la Iglesia Católica y a los valores tradicionales.

A la luz de lo anterior, alguien podría argumentar que la Alianza supera a la Concertación en “dos aspectos”, razón para votarla y desalojarla respectivamente. Pero resulta que el verdadero triunfo de la izquierda es haber tenido éxito en los primeros puntos y haber logrado que la derecha haya caído en el juego.

¿Sacamos algo con mejorar nuestra economía si vamos a seguir matando guaguas, educando pokemones, encarcelando militares y financiando y aplaudiendo mamarrachos? ¿Sacamos algo con reducir los cartereos o asaltos si cada vez que algún grupo de presión, como empleados fiscales, estudiantes o cualquier otro, se crea con derecho a pedir algo, transforme las calles en campos de batalla o paralice el país, hasta con muertos de por medio?

Yo creo que no. Y lo que es peor, un eventual triunfo de la Alianza por Chile haría que “el sector” –y me refiero a las bases, no a los dirigentes- bajare la guardia, quedare con la sensación, por cierto falsa, de que “ganamos”, con lo que la izquierda terminaría de pasarnos la aplanadora por encima.

Quien no crea, que mire a España y vea lo que pasó cuando Aznar “desalojó” a González. La economía siguió creciendo -tal cual va a pasar acá- y España se terminó de transformar en un burdel, sin darse cuenta y sin que nadie dijera nada. Lo mismo que está pasando y seguirá pasando acá. Les aseguro que un eventual Gobierno de Sebastián Piñera no hará nada por deshacer los cambios culturales que hacen de nuestra Patria, Chile, un lugar irreconocible para quien se ha ausentado estos últimos veinte años.

El mal, por menor que sea, sigue siendo mal, al fin y al cabo.

 

7 comentarios

7 Comentarios:

At 16 de diciembre de 2008, 8:03:00 p. m. CLST, Blogger pomelo dijo...

Me parece que está equivocado en un 50%.
Y GARRAFALMENTE DESVIADO en un 49,95%.
Algo que dice sobre el charlatán ése de Piñera tiene sentido.

En el punto 1, creo que precisamente es lo mejor que se DEBE hacer, y me parece que aún queda mucho por conseguir: eliminar la carga parásita de la Iglesia, una superstición absurda y dañina injustificable en pleno siglo XXI, y la sobrevaloración de la "familia" en el sentido tradicional.

Por lo demás, lo felicito por la fotografía de su hijo, pero ¿qué tiene que ver con el artículo?

 
At 17 de diciembre de 2008, 11:47:00 a. m. CLST, Blogger Nery dijo...

es bastante complicado el analisis del artìculo dado que abarca muchos campos temàticos controversiales. Creo necesario indicar, como inicio, que los cambios culturales aludidos son de mucho mayor alcance temporal que la sola presencia de la concertaciòn. En españa , como acà, tras una larga dictadura, allà màs que acà, se diò un fuerte viraje hacia una liberalizaciòn que voy a denominar extrema porque no encuentro otra palabra...los costos de e`sta la pagan los españoles desde hace bastante tiempo y nosotros despertamos a esa liberalizaciòn hace menos tiempo..nos durò mas el susto parece. por otro lado, las generaciones nuevas siempre han sido contestarias y rebeldes, fueron los hippies antes, los chicos de chaqueta de cuero negro antes que ellos ( representados por keruak) hoy son pokemones, son otakus, son lo que son en definitiva..buscando su identidad en medio de una crisis que involucra la crisis de la familia y en ella la concertaciòn no tiene nada que ver..el mercado ha convertido al consumismo en el ùnico credo y el neoliberalismo a subsimido al hombre reemplazando la cena familiar por la ida al mall ( la sede del ritual supremo)...eso no tiene nada que ver con el socialismo o la concertaciòn y es un proceso mas añejo incluso que el golpe militar..Chile a llegado despues producto de su propia ubicaciòn periferica en el modelo..recibiendo un impuslso grandote de los llamados chicago boys y del gobierno militar.
Las cosas son transversales y multifactoriales y mucho mas delicadas que un simple cambio de gobierno o mejor dicho de sigo gobernante.

 
At 19 de diciembre de 2008, 2:37:00 a. m. CLST, Blogger Makeka Barría dijo...

Aunque Piñera sea el mal menor, igual necesitamos un cambio.
Miremos ese cambio con optimismo, en una de esas ese cambio resulte ser una sorpresa para bien.
Uno nunca sabe.

 
At 22 de diciembre de 2008, 2:50:00 p. m. CLST, Blogger Martha Colmenares dijo...

Hola. Por tu excelente espacio tienes un premio B. Dorado en mi blog.
Feliz Navidad, Martha
http://www.marthacolmenares.com/

 
At 14 de enero de 2009, 6:07:00 p. m. CLST, Blogger Álvaro P. dijo...

Te encuentro toda la razón en los males de la Concertación, y en que la Alianza no será tan buena como nos gustaría, pero creo que hay que votar por el mal menor y mirar el futuro como un desafío, del mismo modo como lo ha hecho la izquierda.

Sinceramente pienso que personas como la Patricia Matte, José Antonio Kast, Darío Paya, etc., tienen un gran potencial, y ellos llegarán también al poder con Piñera. Lo que sí nos toca es tratar de picanearlos, del mismo modo que el electorado izquierdista ha picaneado a sus políticos.

Saludos.
Álvaro P.

 
At 11 de abril de 2009, 5:19:00 p. m. CLT, Blogger Nervio dijo...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

 
At 11 de abril de 2009, 5:24:00 p. m. CLT, Blogger Nervio dijo...

Bueno, aunque esta vez comparto bastante de sus dichos estimado Hernan. Hago un alcance. La derecha no es una, son varias. Desde el nacionalista al neoliberal. Normalmente La politica del mal menor aunque no es la mejor. Pero en nuestro caso es urgentisimo. El irrespeto a la propiedad parte de los ladronzuelos de distintos servicios publicos. Y el mal menor servira para dejar sin trabajo a parasitos que roban tierra, vida y recursos por un periodo. De lo otro. Chile no tiene mucha vuelta. El mundo en general se fue a un estado de relajo en la disciplina y esfuerzo. Tenemos leyes durisimas que nadie cumple. Tirar un papel cuesta 2 utm "en el ppel" pedirplata en la calle sinpermiso municipal 60 dias de carcel... etc... letra muerta por jueces cobardes

en fin. Saludos

 

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