miércoles, mayo 21, 2008

Vendiendo el sofá y otras hierbas

Cada vez con más frecuencia, al encender el televisor a la hora de las noticias, me da la sensación de que el estúpido soy yo. Se supone que los alcaldes son personas de cierta inteligencia, por lo que las medidas que toman tendrían que reflejar dicho nivel intelectual.

Resulta que en las noticias de hoy 20 de Mayo, nos informaron que la Ilustre Municipalidad de Valparaíso, con el fin de evitar que los manifestantes de siempre destruyeren el mobiliario urbano, había ordenado retirar teléfonos públicos, basureros y todos aquellos elementos susceptibles de ser destruidos, incendiados o usados como proyectiles por los delincuentes de siempre. Ello, en vez de prohibir manifestaciones públicas –las que todos sabemos cómo terminan-, y en caso de producirse, reprimirlas con toda la fuerza a su alcance –léase armamento militar. ¡Simplemente insólito! Con dicha falta de pantalones o de determinación para mantener el orden, no es de extrañar que las autoridades norteamericanas hayan prohibido o sugerido a sus efectivos de visita en la zona que se abstuvieran de visitar la cuidad “Patrimonio de la Humanidad”.

Dicha falta de cojones –o manifiesta complicidad con el vandalismo- parece ser una constante en nuestros tiempos. Y en el mismo Valparaíso, ya presenciamos durante algo más de un mes, el lastimoso espectáculo de ver a un par de nuestras universidades “tradicionales” sitiadas por los delincuentes que están matriculadas en ellas. ¡Apoyados hasta por la derecha! Esa misma derecha que en el papel dice defender el derecho de propiedad. Los rectores, las autoridades civiles, y en el caso de la Pontificia Universidad “Católica” de Valparaíso, el señor Gran Canciller (el Obispo), tomaron palco como quien ve llover.

Por supuesto, nadie responde por las clases perdidas ni por los aranceles desembolsados por quienes sí querían ir a estudiar y no pudieron hacerlo; nadie responde por los sueldos que las casas de estudios tuvieron que seguir pagando a académicos y funcionarios; nadie responde por los gastos de operación en que incurrieron las universidades tomadas durante esas semanas; nadie responde por las merecidas vacaciones que los alumnos estudiosos ya no van a poder disfrutar o por aquellos que ya no podrán trabajar en sus días libres porque estarán recuperando las clases a las que sus “solidarios compañeros” –y las autoridades, por omisión- no los dejaron asistir. ¡Lógico pues, los mocosos de mierda tienen derechos y había que respetárselos! Dicho sea de paso, los empresarios del transporte y los usuarios adultos de la movilización colectiva deberán, a título de un dogma –el famoso derecho a transporte rebajado-, subsidiar hasta el carrete de los imberbes-delincuentes.

Me pregunto qué sacamos con tener un cierto ordenamiento legal con más de 22.000 leyes, con ufanarnos de tener un sistema en que “las instituciones funcionan” o de presumir de tener el congreso más antiguo de Hispanoamérica, un Poder Judicial independiente (¡!) o una institucionalidad sólida, si la población hace tabla rasa de cualquier norma y la autoridad se hace la desentendida. En el Chile de hoy, la Constitución, las leyes, decretos y reglamentos sirven para lo mismo que un pedazo de papel confort.

Ello se debe a una razón fundamental: la forma en que se generan las autoridades (Presidente, Congresistas, Alcaldes, Rectores, etc). Para acceder a los cargos, hay que ganarse los votos. Y para ganarse los votos, hay que hacerse el simpático. Y para parecer simpático, hay que estirar el elástico de las concesiones, dádivas y regalías hasta el infinito. El resultado obvio: cero eficiencia, cero estrictez, cero autoridad, cero orden.

Mientras escribía estas líneas, salí a comprar cigarros a una bomba de bencina –para los que conocen Viña, 1 Norte, esquina Calle Quillota. En dicha esquina, había casi un metro de agua sobre el nivel de la calle, y se podía apreciar como salían objetos despedidos por las tapas de las alcantarillas: cartones, trapos, piedras, tarros, basura, etc. Los autos literalmente flotando en el agua, los peatones con ésta hasta la cintura, y el taco, de proporciones descomunales. Creo que la lógica indica que la labor de un alcalde (o alcaldesa en este caso), es prever que, en una zona de clima mediterráneo cálido con estación seca prolongada, es perfectamente normal que caigan 60mm de lluvia en 6 horas en el mes de Mayo. Prever que también es normal que en una ciudad llena de cerros y quebradas, el agua y los desperdicios, por simple gravedad, escurran de arriba hacia abajo. Pero la lógica democrática, contraria por cierto a la meteorología y a la física, indicó que era electoralmente más rentable andar preocupada de salir en los matinales y estelares, u organizando festivales de la cebolla, tallarinatas o completadas populares, antes que limpiar los cauces en el verano para que estuvieran aptos para resistir el invierno. Cosas de nuestro Chile.

 

13 comentarios

13 Comentarios:

At 21 de mayo de 2008, 8:57:00 a. m. CLT, Blogger Ministro dijo...

Hernán, esto es un cuento sin fin desde hace varios años... Gracias a esa cosa que se llama esfuerzo, terminé el año pasado con mi carrera normal, y dentro del plazo razonable mi tesis de grado, la cual no puedo defender, porque la Universidad esta en "movilización". En el caso de mi facultad, entregan el viernes, lo triste y patetico de todo esto, es que el lunes oficialmente partirian las clases, ya que tienen que DESINFECTAR...

REALMENTE NO SE QUER TIPO DE PROFESIONALES SE ESTAN FORMANDO....

 
At 21 de mayo de 2008, 6:32:00 p. m. CLT, Blogger Makeka Barría dijo...

Puchas!!!!... harto deprimente las cosas que vemos a diario, ojalá en las próximas elecciones presidenciales sean capaces de decir NO MÁS CONCERTACIÓN!!!!
Saludos.

 
At 22 de mayo de 2008, 4:21:00 p. m. CLT, Blogger |Sebas Manrox©| dijo...

Uf, señor Vásquez. Me di el trabajo de leer todo lo que escribió. Soy de Viña también y me molestó de sobremanera la forma en que se refiere a las movilizaciones que hay en ñas universidades.

Independiente que pensemos lo mismo sobre las lacras comunistas y sus variaciones, creo que las acciones que cada universidad ha tomado son producto de la desesperación, en el caso de mi Universidad (UPLA), por la situación económica de las mismas.

Acá en la UPLA hay una deuda de más de 5 mil millones de pesos. La UV, de más de 10 mil millones, y todo eso se ha debido a malos manejos de las autoridades pasadas. En la UPLA no queda dinero para nada. De hecho, tuvieron que suspender las investigaciones por falta de dinero.

Y en Agosto viene la CNA para ver cómo está la UPLA, y sin investigación, la UPLA se queda sin acreditación, y eso se traduce en que no haya becas de alimentación, no haya cheques Sodexho, no haya acreditación de carreras... en resumen, que la UPLA se vaya definitivamente a la cresta... Y, a no ser que su odio hacia los comunistas sea tan grande, no creo que usted quiera que una universidad emblemática en la formación de profesores como Playa Ancha se destruya...

Le recomiendo que se informe sobre lo que pasa, sobre lo que realmente mueven estas "movilizaciones", y se dará cuenta que, si bien la forma no es la más correcta, lo que importa es lo de fondo...

Ah! Y a mí no me causa mucha gracia que me suban el pasaje a $210, considerando que tomo 4 micros diarias. Calcule eso para el día, la semana y el mes. No pido que me subvencionen el "carrete" (mas que mal, no carreteo ¬¬), sino que no me coarten el derecho a ir a la Universidad, por muy lejos que quede...

Espero su respuesta...

 
At 22 de mayo de 2008, 9:05:00 p. m. CLT, Blogger Hernán Vásquez Villanueva dijo...

Estimado Sebax:

Partamos por decir que Ud. se equivoca en algo:

La deuda de la UV es de alrededor de veinticinco mil millones de pesos ($25.000.000.000), algo así como dos veces y media lo que Ud. afirma. Me imagino que el valor que usted maneja de la UPLA debe ser inferior al real también.

Soy ex alumno de la UV, de la carrera de Ingeniería Comercial, y le aseguro que le encuentro toda la razón del mundo en que la crisis de las universidades "tradicionales" se debe a no malos, sino pésimos manejos, incapacidad para administrar ni medio peso (y ojo, que lo vi en una escuela de administración), cuando no corruptelas y robo descarado. Con el agravante que en el caso de las tradicionales se trata de recursos públicos.

Un solo ejemplo: en mi escuela (ingresé el 85) aún quedan profesores titulares (al menos cinco), jornada completa, que desde aquel entonces, a lo menos, NUNCA han hecho ni media clase ni guiado una memoria. ¿Para qué están ahí? Son votos pues. Para elegir Rector, para elegir Decano, para elegir Director. Comprenderá usted, que eso en la empresa privada (universidades incluidas) no ocurre. Y es tan simple que multiplique el sueldo mensual de UN SOLO PROFESOR de esas características por doce meses y por más de 20 años. Y saque la cuenta. Sumele a eso los cientos, sino miles de casos de irregularidades y malos manejos y tendrá el origen de las pérdidas que usted señala en forma subvalorada.

Pero vamos al origen del problema: autoridades no aptas para desempeñar los cargos electas por hacerse los simpáticos, en este caso, ya no tan solo con quienes los eligen sino con los mismos alumnos, en vez de puestos llenados en forma técnica de acuerdo a méritos profesionales y habilidades para el cargo.

Y vaya que tienen culpa de ello las famosas “movilizaciones estudiantiles”. ¿Se acuerda de los “Fuera Federichi”, los “Democracia ahora” y toda la sarta de eslóganes que a la larga desembocaron en la adopción de la democracia partidista para rellenar cargos directivos y académicos? ¿Quiénes lo pidieron? Los mismos alumnos pues. Desde 1967 que vienen jorobando para transformar a los centros de estudios superiores chilenos en antros de politiquería, igualitarismo y mediocridad. No vengan a quejarse ahora.

Estamos totalmente de acuerdo en que un alumno que paga (o se endeuda) o incluso que estudia becado tiene todo el derecho del mundo a exigir que se le entregue una educación de excelencia. Pero NUNCA pasando a llevar la propiedad ni los derechos ajenos. Menos aún, comportándose como un salvaje y destruyendo todo lo que se le cruza por delante. Tampoco desafiando a la autoridad, que por mala que sea, sigue siendo la autoridad y está ahí para ser obedecida, en cuanto sea legítima (y es el caso en Chile, todavía).

Los alumnos, en vez de pedir absurdos y dádivas o regalías reñidas con la moral, la ética y el sentido común, más bien debieren solicitar eficiencia. Le guste a usted o no, es la única forma de terminar con los problemas económicos. No pidiéndole a la señora Juanita, que a través de los 190 pesos que paga al fisco cada vez que compra un kilo de pan termine subsidiando a futuros profesionales que en un año de trabajo van a percibir más ingresos que ella en toda una vida.

Para terminar, a mi tampoco me causa gracia ver a estudiantes carreteando los fines de semana o en el verano, gastándose la mesada completa en condones, cerveza, pisco o lo que sea, pagando pasaje escolar y alegando porque se los suben en 50 pesos. Cada vez que yo tomo una micro, estoy subsidiándolos, lo mismo que los choferes y los empresarios del transporte. Y comprenderá usted que no tenemos por qué hacerlo.

Para terminar con este problema de una vez por todas, TODOS los estudiantes tendrían que pagar tarifa completa. Un universitario o un colegial ocupa el mismo espacio que yo en una micro. Pesa lo mismo. Ergo, debe pagar lo mismo. Y si NO PUEDE hacerlo, puede recibir un subsidio para costearse los viajes destinados AL ESTUDIO, no al carrete. Subsidio del Estado, no de los empresarios ni los usuarios. Y no para todos, solo a los más pobres. Pretender otra cosa es tan ridículo y poco ético como plantear que, dado que los estudiantes se alimentan, los panaderos, verduleros y carniceros y sus respectivos clientes tuviéremos que subsidiarles el consumo de pan, carne o verduras. ¿No cree?

 
At 22 de mayo de 2008, 9:57:00 p. m. CLT, Blogger |Sebas Manrox©| dijo...

Uf, Don Hernán. Es un honor para mí debatir con alguien de su nivel. Pues bien, haré el intento...

La deuda de la UV es de alrededor de veinticinco mil millones de pesos ($25.000.000.000), algo así como dos veces y media lo que Ud. afirma. Me imagino que el valor que usted maneja de la UPLA debe ser inferior al real también.

Las cifras que manejo en cuanto a la UPLA son ciertas. A no ser que el Rector nos esté jorobando...

Un solo ejemplo: en mi escuela (ingresé el 85) aún quedan profesores titulares (al menos cinco), jornada completa, que desde aquel entonces, a lo menos, NUNCA han hecho ni media clase ni guiado una memoria. ¿Para qué están ahí? Son votos pues. Para elegir Rector, para elegir Decano, para elegir Director.

Pasa en la UPLA también, sobre todo con los de Planta. Mi carrera está haciendo algo para poder echarlos, pero va más adelante...

Estamos totalmente de acuerdo en que un alumno que paga (o se endeuda) o incluso que estudia becado tiene todo el derecho del mundo a exigir que se le entregue una educación de excelencia. Pero NUNCA pasando a llevar la propiedad ni los derechos ajenos. Menos aún, comportándose como un salvaje y destruyendo todo lo que se le cruza por delante. Tampoco desafiando a la autoridad, que por mala que sea, sigue siendo la autoridad y está ahí para ser obedecida, en cuanto sea legítima (y es el caso en Chile, todavía).

Me gustaría saber en qué medida hay que moverse sin "pasar a llevar" a los demás. Porque pienso que si vamos a estar así, nunca se va a lograr nada, pues siempre se va a estar, de alguna manera, pasar a llevar los derechos de los alumnos estudiosos.

Lo de la destrucción, uf, eso ni me lo diga. Nadie se lo puede negar. Lo peor es que algunos "colectivos" instrumentalizan esta violencia, aduciendo que "es la única manera de exigir nuestros derechos". Patético... Pero no generalice. Hay gente que no quiere desmanes. Recuerde las movilizaciones del año 2006, sin violencia ni destrozos...

Sigo en el otro post...

 
At 22 de mayo de 2008, 10:07:00 p. m. CLT, Blogger |Sebas Manrox©| dijo...

Los alumnos, en vez de pedir absurdos y dádivas o regalías reñidas con la moral, la ética y el sentido común, más bien debieren solicitar eficiencia. Le guste a usted o no, es la única forma de terminar con los problemas económicos. No pidiéndole a la señora Juanita, que a través de los 190 pesos que paga al fisco cada vez que compra un kilo de pan termine subsidiando a futuros profesionales que en un año de trabajo van a percibir más ingresos que ella en toda una vida.

Pregunta: ¿A qué se refiere, exactamente, con dádivas y regalías?

Sobre la eficiencia, precisamente mi carrera, Historia y Geografía, está aplicando a nuestros profesores una Evaluación Docente, la cual, en el mediano plazo, permitiría lograr que los profesores malos se vayan, y los buenos se queden. Pero también hay un factor llamado dinero, que impide a vees retener a los profesores buenos, y obliga a quedarnos con los malos. Si a la larga todo es plata!!

Para terminar, a mi tampoco me causa gracia ver a estudiantes carreteando los fines de semana o en el verano, gastándose la mesada completa en condones, cerveza, pisco o lo que sea, pagando pasaje escolar y alegando porque se los suben en 50 pesos. Cada vez que yo tomo una micro, estoy subsidiándolos, lo mismo que los choferes y los empresarios del transporte. Y comprenderá usted que no tenemos por qué hacerlo.

Sigo insitiendo. No Generalice!! Yo no carreteo para nada, y vivo en Achupallas. Y no resulta para nada gracioso que me suban el pasaje en $80, considerando que, como sabrá, desde Achupallas no se llega a Playa Ancha directo. Por lo mismo, tomo 4 micros.

Con $130 x 4 = $520 al día...
$520 x 5 = $2600 a la semana...
$2600 x 4 = $10400 al mes...

Todo eso sólo en pasajes. Qué pasa si le agregamos $80 al pasaje? Cómo se ve afectado el presupuesto familiar, considerando que mi hermano grande estudia en la USM, y mi hermano chico está en el colegio? Cuánto dinero se gastaría?? No es gracioso... al menos para mí.

Sigo en el siguiente post...

 
At 22 de mayo de 2008, 10:21:00 p. m. CLT, Blogger |Sebas Manrox©| dijo...

Para terminar con este problema de una vez por todas, TODOS los estudiantes tendrían que pagar tarifa completa. Un universitario o un colegial ocupa el mismo espacio que yo en una micro. Pesa lo mismo. Ergo, debe pagar lo mismo. Y si NO PUEDE hacerlo, puede recibir un subsidio para costearse los viajes destinados AL ESTUDIO, no al carrete. Subsidio del Estado, no de los empresarios ni los usuarios. Y no para todos, solo a los más pobres. Pretender otra cosa es tan ridículo y poco ético como plantear que, dado que los estudiantes se alimentan, los panaderos, verduleros y carniceros y sus respectivos clientes tuviéremos que subsidiarles el consumo de pan, carne o verduras. ¿No cree?

Discrepo en lo que dice al inicio, por varias razones:

1.- El estudiante no recibe sueldo alguno, por lo tanto, no tiene alcance que compare a un universitario/escolar que va a estudiar a alguien que va a trabajar y recibe una remuneración por ello.

2.- Su idea de subsidiar el pasaje destinado al estudio y no al carrete la veo imposible. Ni en este gobierno, ni en uno de derecha. Es una utopía, pues el libre albedrío impide que el alumno destine el dinero exclusivamente para estudiar. Además, carretear no tiene nada de malo en sí. Más que mal, recrearse dejó de ser una necesidad suntuaria hace rato...

3.- ¿Sólo a los más pobres? ¿Por qué no a los más sacrificados y a los de mejores notas?

4.- El ejemplo de los panaderos y demases es estúpido. Bastente viniendo de Ud. Porque todos nos alimentamos, pero no todos se están educando. Usted, a lo mejor, recibe un sueldo muy bueno por su trabajo, pero yo no. Y, a no ser que se haga como en Europa de remunerar a los estudiantes por sus estudios, vamos a seguir estudiando sin tener dinero y obligados a mendigar créditos, becas y plata de papá.

Terminé. Saludos...

 
At 23 de mayo de 2008, 11:53:00 a. m. CLT, Blogger Javier Bazán Aguirre dijo...

Hernán:
El problema como dice mi padre, es que ya no hay respeto en la autoridad, pues volvímos a los vicios de hace 40 años. Además, la propia Concertación se encargo de socavar la autoridad asociándola con 'fascismo', militarismo, reaccionario, etc. Recuerde, por ejemplo, que la responsable de que los alumnos le pegen a los profesores es la Mariana Alwyn, quien sostuvo que si se castiga a un estudiante eso significaba represión.
Y acá quieren invertir millones de plata en mejorar la IMAGEN PAIS, cuando no son ni siquiera capaces de actuar con autoridad, como ocurren en los demás países, como Japón, Canadá, Singapur, etc.

 
At 24 de mayo de 2008, 12:48:00 a. m. CLT, Blogger Hernán Vásquez Villanueva dijo...

Estimado Sebax:

En sus cuatro respuestas consecutivas, usted plantea fundamentalmente nueve cosas:

1- Que es lícito pasar a llevar los derechos de quienes quieren estudiar y no suspender las actividades. Yo agregaría también a los contribuyentes, quienes quieren que se les dé buen uso a sus impuestos.
2- Que cuáles serían las dádivas y regalías.
3- Que la falta de recursos hace que emigren los buenos profesores y se queden los malos.
4- Que usted –y suponiendo que es un alumno promedio- gasta alrededor de $10.400 mensuales en movilización; de subirse en $80 la tarifa terminaría gastando $16.800.
5- Que un estudiante no recibe sueldo por estudiar; un trabajador sí, por lo que este último sí debe pagar pasaje completo.
6- Que en virtud de que el ser humano es libre, éste decidiría si gasta un hipotético subsidio al transporte en estudiar o carretear.
7- Que el carrete –la recreación- no es suntuario, por lo que, al menos su componente “pasaje” debe subsidiarse.
8- Que los subsidios deben entregarse no a los más pobres sino a los más esforzados/capaces.
9- Que todos nos alimentamos y no todos estudiamos, por lo que no se debe subsidiar la alimentación y sí el transporte a los estudiantes.

Pues bien, partamos por convenir que en Chile, el fisco recauda fundamentalmente a través de los impuestos. De acuerdo a la Ley de Presupuestos de 2007 (1) , éstos representaron durante ese período alrededor de un 95% del total de los Ingresos Generales de la Nación.

A su vez, el IVA, el Impuesto a la Renta y los Impuestos a Productos Específicos (combustibles, tabaco, alcoholes, etc.) representaron alrededor del 93% de la recaudación tributaria, en un porcentaje aproximado de un 50%, 36% y 7% respectivamente.

De lo anterior, se desprende que algo más de la mitad de los ingresos del Estado provienen del Impuesto al Valor Agregado y de los Impuestos Específicos (aproximadamente un 54%).

El IVA y los impuestos específicos gravan el consumo; no así el Impuesto a la Renta, que lo hace con los ingresos. El problema fundamental, es que los impuestos que gravan el consumo, son regresivos, es decir, castigan proporcionalmente más a los más pobres. Los que gravan el ingreso, en cambio, como ocurre en Chile, se aplican progresivamente: quien gana más paga un mayor porcentaje de impuesto. Es el caso de las personas de alto nivel socioeconómico y las empresas. Nótese además, que los impuestos al consumo (indirectos) no son susceptibles de aplicarse escalonadamente de acuerdo al nivel de ingreso.

De lo anterior se desprende que, al menos en proporción a su ingreso, los más pobres se llevan la parte más pesada al contribuir con los ingresos del fisco, y por lo tanto, de sus gastos. Y eso se debe, tal como usted lo esboza, a que “todos comemos”. Todos consumimos. El mismo kilo de pan que alimenta a un desempleado o a un indigente alimenta también a un gran empresario, quien no va a comer el doble por ganar más plata. La diferencia fundamental es que al pobre se le va todo su ingreso en consumo y el más afortunado tiene capacidad de ahorrar, y dicho ahorro no paga, por definición, IVA.

Lo anterior es lo que hace sustancialmente injusto el concepto de “educación gratuita” o fuertemente subsidiada –para todos-, ya que los más pobres son los que en definitiva terminan pagándole los estudios a quienes serán profesionales y percibirán ingresos futuros sustancialmente más altos (esta vendría a ser una de las “dádivas” o “regalías” a que hago referencia. Otra podría ser el no aparecer en los boletines comerciales al presentar morosidades).

Con el tema del pasaje rebajado pasa exactamente lo mismo. Siguiendo su lógica y sus cálculos, el que usted pague actualmente $10.400 pesos mensuales en movilización significa forzosamente que “alguien” tiene que pagar la diferencia entre dicha suma y los $28.800 (base: tarifa adulta de $360) que correspondería a la tarifa completa ($18.400 por estudiante). Y ese “alguien” son los empresarios, los trabajadores y los usuarios del transporte. Como el hilo siempre se corta por lo más delgado, los que absorben la mayoría del subsidio son los choferes (vía menores sueldos) y los pasajeros adultos (vía pasajes más caros). Nuevamente los más pobres (los más ricos no toman micro y no trabajan de chofer).

En cuanto al carrete, si bien no es un “suntuario”, tampoco es un producto de primera necesidad, como podría serlo el transporte público. Todos estamos de acuerdo en que hoy en día ni los celulares ni los refrigeradores ni los televisores ni los jeans Levi’s son productos suntuarios y nadie en su sano juicio pretendería que fueran subsidiados a los estudiantes argumentando que éstos no perciben sueldo por estudiar.

Me parece mucho más razonable racionalizar los horarios para que los alumnos puedan trabajar media jornada (como ocurre en los países económicamente desarrollados, que usted alude) y así puedan solventar gastos inherentes a sus carreras universitarias o técnicas. Nuevamente el mismo argumento, el estudiar una carrera devengará a quien lo hace ingresos futuros sustancialmente más altos que los de quienes no estudian, lo que justifica largamente el esfuerzo.

Tampoco me parece ético, por muy capaces o esforzados que sean, que alumnos de buen nivel económico reciban algún tipo de ayuda del Estado. Ello es simplemente una burla para los desposeídos, y es justamente lo que ocurre con los beneficios universales que los estudiantes pretenden.

Otro punto que usted menciona, el de el éxodo de buenos profesores por falta de recursos, se soluciona fácilmente racionalizando gastos. Comprenderá usted que una escuela que puede funcionar bien con un determinado número de profesores de jornada completa y otro tanto a contrata parcial, mal puede pagar sueldos competitivos si tiene su planta sobredimensionada. O una cantidad de funcionarios que supera largamente las necesidades reales, y que para más remate, “se les cae el lápiz” diez para las cinco de la tarde. A usted le habrá pasado, al igual que a mí, que al pedir un certificado, la persona encargada “andaba en terreno”, estaba almorzando, hablando por teléfono conversando con la colega, tejiendo para el nieto o sencillamente le ponía mala cara. Impensable en una universidad privada.

En definitiva, creo firmemente que los servicios que contrata un ciudadano cualquiera debe pagarlos. Con mucha mayor razón, si dichos servicios le reportarán un beneficio futuro sustancialmente mayor a los beneficios asociados a su no contratación. Solamente quienes tienen la capacidad y la voluntad de estudiar y NO PUEDEN hacerlo en virtud de sus bajos ingresos deben ser merecedores de subsidios. Quienes pueden hacerlo parcialmente, de subsidios parciales. En ningún caso, todo el mundo. Y sea como sea, lo que debe subsidiarse es siempre la demanda. Nunca la oferta. Ello se presta para situaciones de ineficiencia y corrupción mayúsculas, como las que vemos hoy en día, con todo lo que viene por añadidura: desorden social, destrucción del principio de autoridad y falta de respeto por la propiedad y los derechos ajenos. Tal cual se hace hoy con los estudiantes que están pagando, endeudándose u haciendo uso de una beca por premio a su esfuerzo y a los que se les niega el tan manoseado “derecho a estudiar”.

Atentamente,

HVV

(1) http://www.dipres.cl/publicaciones/CALCULO_ING_2007.html

 
At 24 de mayo de 2008, 1:47:00 p. m. CLT, Blogger |Sebas Manrox©| dijo...

Don Hernán. Su post es demasiado largo. Sin embargo, corregiré alguas apreciaciones que hizo sobre lo q puse.

1- Que es lícito pasar a llevar los derechos de quienes quieren estudiar y no suspender las actividades. Yo agregaría también a los contribuyentes, quienes quieren que se les dé buen uso a sus impuestos.
2- Que cuáles serían las dádivas y regalías.
3- Que la falta de recursos hace que emigren los buenos profesores y se queden los malos.
4- Que usted –y suponiendo que es un alumno promedio- gasta alrededor de $10.400 mensuales en movilización; de subirse en $80 la tarifa terminaría gastando $16.800.
5- Que un estudiante no recibe sueldo por estudiar; un trabajador sí, por lo que este último sí debe pagar pasaje completo.
6- Que en virtud de que el ser humano es libre, éste decidiría si gasta un hipotético subsidio al transporte en estudiar o carretear.
7- Que el carrete –la recreación- no es suntuario, por lo que, al menos su componente “pasaje” debe subsidiarse.
8- Que los subsidios deben entregarse no a los más pobres sino a los más esforzados/capaces.
9- Que todos nos alimentamos y no todos estudiamos, por lo que no se debe subsidiar la alimentación y sí el transporte a los estudiantes.


1.- No dije que fuera lícito, sino que es difícil determinar un punto en donde ninguno de los 2 actores salgan perjudicados.

6.- Dije que, gracias al libre albedrío, es muy difícil que un estudiante no destine un subsidio de pasajes al carrete. Además, quién fiscaliaría que no lo hiciera?

7.- No veo la relación que hace ente pasaje y carrete, siendo que jamás he relacionado estos 2 componentes.

8.- Ojo! No sólo a los más pobres, sino a los más esforzados. Sí, existen esforzados de clase alta, pero tambien de clase baja. Y abundan más estos últimos...

9.- Sí, a no ser que a los estudiantes se les remunere x estudiar (todo eso con repercusiones académicas: mejores notas, mejores sueldos), y así lograr una "equidad".

 
At 24 de mayo de 2008, 1:48:00 p. m. CLT, Blogger |Sebas Manrox©| dijo...

El resto del post requiere un análisis más detallado, x lo que quiza le responda en otra ocasión...

Saludos...

 
At 24 de mayo de 2008, 2:11:00 p. m. CLT, Blogger |Sebas Manrox©| dijo...

Me parece mucho más razonable racionalizar los horarios para que los alumnos puedan trabajar media jornada (como ocurre en los países económicamente desarrollados, que usted alude) y así puedan solventar gastos inherentes a sus carreras universitarias o técnicas.

Amén...

 
At 24 de mayo de 2008, 2:12:00 p. m. CLT, Blogger |Sebas Manrox©| dijo...

En cuanto al carrete, si bien no es un “suntuario”, tampoco es un producto de primera necesidad, como podría serlo el transporte público. Todos estamos de acuerdo en que hoy en día ni los celulares ni los refrigeradores ni los televisores ni los jeans Levi’s son productos suntuarios y nadie en su sano juicio pretendería que fueran subsidiados a los estudiantes argumentando que éstos no perciben sueldo por estudiar.

Sí, pero no he conocido a nadie que se desgaste psicológicamente por no tener un celular ni unos jeans, pero sí hay gente que se desgasta por la falta de recreación (carrete). Ahora, me lavo las manos sobre los que se exceden...

 

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